Si, de hecho. Y en verdad te digo que en silencio permanezco.

sólo hace falta un poco de penumbra
para que esta fotografía se revele

Estabamos ahí juntos, los dos.
No importaba nada.





Y se arruinó la fotografía.



Fue una fotografía sobre expuesta.

Asi como se abren, se cierran
como los vives... despiertas
y cuando los sientes, olvidas...

Los sueños fugaces.

Mira por la ventana,
contempla un nuevo día.
Admiralo, es tuyo.
Respira porfundamente sólo una vez.
Cierra los ojos.
Recuerda, revivie.


Abre los ojos...olvida.

Ya es invierno y la Luna es aún de plata
las estrellas de esperanza y mi alma de silencio.

Lo sé y pesa...
pesa demasiado saber que mis demonios ganaron.
Que fueron el resultado de mi inconsciente dormido
que sólo esperaba con saber que me sentías... con eso bastaba.
Ganaron... y hoy yo perdí.

Pesa saber que ya no estarás cuando despierte por las mañanas.
Saber que tu vida continuará, y tus planes y tu vida...
y mi vida...

Hoy el invierno nos ha encontrado desnudos en el frío amanecer de un día cualquiera, tan incierto como las estrellas que algún día conocimos.


La luna llorá y sus lágrimas se fusionarán con las mías, en un mismo lamento.
Ya no hay nada que hacer... nada. Todo es movimiento la luna lo dijo.

Habremos de existir, de sentir de ser felices, pero uno alejado del otro.

No hay más, simplemente nuestro tiempo se agotó y pareciera no haber otra manera de recuperarlo.

Tus palabras son de hielo...y mi esperanza yace congelada al final de esta mentira, que alguna vez me supo real.


El universo nos consume... que egoista, no nos deja vivir un día más.

No da esperanzas a quien esperanzas no necesitan.
Entonces ¿qué necesitamos?

¿Es eternidad? no...
¿es tiempo? no...

Sólo una nueva vida.